Lo que parecía que nunca iba a llegar ya estaba aquí. La Madrid-Lisboa se nos presentaba en lo que en principio no eran las mejores condiciones. Javi acababa de tener un bebé, y aunque está fuerte como un toro el descanso este verano ha sido mínimo y nunca se sabe como van a aguantar las fuerzas en este tipo de pruebas de resistencia. Joserra tenía unas molestias en los isquiotibiales que le impedían esforzarse al 100 por 100 por miedo a romperse. Y David se cogió una bronquitis un mes antes bajando Canencia de la que no terminaba de recuperase. Las cosas no pintaban bien pero ahí estábamos. Por suerte pudimos contar con Nacho, encargado de apoyo logístico, labores de conducción y cocinero(había prometido hacernos su famoso pollo con tomate a la cerveza).
A las doce de la mañana del Viernes 25 de Septiembre Javi salía de las Rozas dirección a Robledo de Chavela. Era el encargado de hacer la primera etapa.Era increíble el ambiente, cientos de personas estaban allí esperando el gran momento. Había más tensión que en el bautizo de los gremlins,pero el ambientazo hacía que todo el mundo estuviese feliz y contento.
Nacho,Javi y Joserra en un posado.
Como estas pruebas son bastantes fáciles de por si hay que hacer que la cosa se complique. La veterana Benimar empezó a dar tirones hasta que en El Escorial se paró.
Tras unos tensos momentos en los que se llegó a pensar en que la prueba al final había sido más corta de lo que nos pensábamos y no tan dura como la gente decía, conseguimos arrancarla de nuevo.Gracias a Dios entre nosotros había un ingeniero mecánico.
Llegamos a Robledo de Chavela. Quiero aprovechar este medio para dar las gracias al señor del taller mecánico que tuvo la amabilidad de vendernos a última hora de la mañana(13:50) una junta de filtro. Nos cobró tan solo 30 euros por la enorme pieza de caucho de unos 3cms de diámetro. Con la junta venía un filtro de gasoil de regalo. Como la furgoneta andaba y las transiciones iban como iban decidimos tirar un poco más adelante y cambiarla en otro momento.Ese momento fue una semana después ya en Madrid, y no lo dejamos para la próxima edición de la carrera no sabemos porqué.
Las transiciones como se ven en la foto no fueron tipo relevos 4 x 100 m. De hecho si descontamos el tiempo que en las 10 etapas perdimos fácilmente le habríamos ganado un par de horas. Se trataba de disfrutar sin agobios. Pero para la próxima edición procuraremos ser algo más rápidos.En estas fotos vemos como Javi y Joserra se dan el relevo para afrontar la segunda etapa, que dicurría entre Robledo y Burgohondo.
La tercera etapa la hacía David, desde Burgohondo hasta Navalperal de Tormes. A mitad de etapa ya entró la noche. La verdad es que no vamos a negar que había respeto a eso de meterte por medio de esos montes de madrugada, pero una vez que echas a rodar te metes en la carrera y hasta fue una experiencia brutal. La anécdota graciosa fue cuando estuve con un señor haciendo gran parte de la etapa echándole una mano en las bajadas. Había hecho ya la etapa una semana antes y sabía que si nos cogía la noche en determinadas zonas se podía pasar bastante mal ya que eran zonas muy técnicas de bajada y ahí siempre mejor tener algo de luz. Lo logramos y al poco de salir de esa zona se me salió la cadena. Me bajé a colocarla y sin decir ni adiós mi hasta ese momento compañero de viaje decidió tirar para adelante.
En Navalperal esperaba Javi para hacer la cuarta etapa con la compañía de Joserra y Nacho a la asistencia técnica. Menos mal que llegué pronto porque el Nacho casi deja a la estación sin víveres.
A partir de aquí el cansancio empezó a hacer mella. Cada miembro del equipo empezaba su segunda etapa. Javi iba camino de Navaconcejo, ya en la provincia de Cáceres. Con cierta preocupación íbamos notando como las fuerzas de Nacho se iban viniendo abajo. Ya no se bajaba del palomar(cama alta de la autocaravana) con la prestancia de los primeros momentos, pero aun así conseguía hacer su trabajo a duras penas.
Javi hizo en menos de tres horas su segunda etapa y Joserra salió para Cañaveral. Metidos en la cama del salón Javi y David iban hablando de esto y de lo otro. El Nacho seguía vivo porque se oía como hacía sus ataques del Clash of Clans en el palomar. De repente una llamada de Joserra, había tenido una caída y había roto las ruedas de su bici. Tardó mas de dos horas en llegar andando hasta la estación de Alcantara, pero logró entrar en tiempo para que David tomase rumbo a Alcantara.
En esta foto David espera a que Joserra llegue con su malherida bici.
La sexta etapa es dura y exigente como todas, pero a pesar de lo que en un principio podía parecer las fuerzas cada vez eran mayores y se empezaba a disfrutar de cada uno de los tramos. En la salida me encontré al que por un par de horas fue mi compañero hasta que decidió abandonarme en medio de aquel pinar en Gredos. El hombre me saludó como diciendo:que pasa majete!!.
En Alcantara esperaba Javi, para hacer la séptima etapa. Está considerada como una de las más duras, si no la más. Encima la temperatura empezaba a ser bastante alta, se sobrepasaban los 30 ºc. Javi se merece una medalla, la hizo de una forma muy digna y conseguíamos seguir ganándole tiempo al crono para llegar en tiempo a Lisboa que era nuestro objetivo.
Conseguimos que Nacho resucitara y se encargase de las tareas que tenía encomendadas en su contrato de trabajo.
En las primeras 30 horas dormimos hora y media. En los únicos momentos que se podía descansar era en los viajes entre estación y estación, y tal y como conducía Nacho no era muy aconsejable. Le ha quitado diez años de vida a la furgoneta, eso si , ni resto de carbonilla en los cilindros.
Joserra partió hacia Ponte de Sor como nuevo gracias a unos masajes curativos que David le dio. Estaba más tenso que Spider-Man en un descampao. Ahí quedó todo, no vaya nadie a pensar que ocurrió algo más. No podemos decir lo mismo de los momentos de intimidad que tuvieron Javi y Nacho en palomar,cada uno que saque sus conclusiones.
Dos etapas quedaban para lograrlo. Joserra terminó su tercera y última etapa. Sus problemas de aductores no le impidieron hacer un carrerón.
David hacía la penúltima etapa, de Ponte de Sor a Coruche, ya toda ella en Portugal.No sé si es porque era la última o que pero cada vez me encontraba con más fuerza. En medio de la etapa me encontré con dos chicos, uno de Zafra y otro gallego con problemas en sus luces. Me quité una de las mías y se la dejé. No como con el señor de la primera etapa esta vez ya hicimos la etapa juntos. Se nos unió un chico de Linares encantador, y terminamos la etapa a un gran ritmo y hablando de esto y de aquello. Cuando llegué a Coruche no había nadie de mis compañeros.Me encontraba más perdido que Belén Esteban en Saber y Ganar. A Javi le tocaba hacer su cuarta y última etapa, de más de 100 kms. Ibamos muy bien de tiempo, decidí darme una ducha y tomar alguno de los mini bocadillos monolonchas de lomo. Al cabo de una hora salí a buscar a Javi, que dormía plácidamente en la furgo. Al principio me asusté porque al llegar me pareció oir como si se hubiera metido un oso pardo en la furgo. Gracias a Dios solo era Nacho roncando en el palomar. Había muerto , era irrecuperable. No tenía datos en el móvil y lo único que le unía a la vida hasta ahora era el clash of clan, en Portugal nos quedamos sin Nacho.
Javi salió camino Lisboa con el culo como un mandril. Un consejo, en estas carreras de fondo no llevéis calzoncillos debajo del culotte. Seis horas después cruzaba la meta dejando a nuestras espaldas 770 kms. de sufrimiento pero con una sensación de haber hecho una gran gesta.
De repente Nacho recuperó fuerzas gracias a un merecido masaje que unas masajistas portuguesas(sin bigote) le dieron, y consiguió cruzar la meta.
Ya sólo quedaba relajarnos un poco y quemar Lisboa!!! Todos teníamos el lunes libre e íbamos a pasar la noche allí. Después de comer en Caparica un arroz con bogavante decidimos echarnos una siestecilla,poca cosa,media horita para reponer fuerzas, total, teníamos que estar a tope porque Lisboa nos esperaba. Ya se sabe, lo que pasa en Lisboa se queda en Lisboa.
Lo que en un principio iba a ser una siestecilla de media hora se convirtió en tres horas. Tras ponernos nuestras camisas de chorreras,zapatos castellanos y pantalones de tergal con un toque sutil de varón dandy y otros de brumel salimos a eso de las 10 de la noche por las calles de Lisboa. Se iban a enterar de quien eran los jotades ( ahora conocidos como samaritanos clan).
Lisboa estaba preciosa, es una ciudad maravillosa que no me cansaré nunca de visitar.
Muy bonita pero ni Cristo por las calles. Es curioso, no conseguimos cenar en ningún sitio pero nos podíamos haber puesto hasta el culo de cocaína , marihuana y anfetaminas que nos iban ofreciendo en cada esquina. Después de conseguir que nos diesen un plato combinado número 7 en una de las calles principales que salen de la plaza del Comercio decidimos que ya quemaríamos Lisboa el año que viene. Nos fuimos a la furgoneta a dormir más de tres horas seguidas desde el pasado viernes.
Por la mañana un desayuno, unos souvenirs y poco más.
La vuelta a Madrid del tirón compartiendo las anécdotas de la prueba mientras Javi se cagaba en nuestras muelas por que no le salían las cuentas.
Rendir un homenaje a la Benimar, que salvo por el pequeño incidente del principio se portó como una campeona.
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